EN BUSCA DE COCHES Y UNA MOTO MUY ESPECÍFICA
A principios del año 2016 mi hijo mediano me dice que tiene la intención de ir a Australia pero que el hecho de viajar solo al otro lado del mundo le hace dudar el hacer o no el viaje, pero que si yo le acompañaba no lo dudaría.
Yo apenas hacía dos años había enviudado, decir Australia y pensar en mi esposa (DEP) fue algo inmediato, ya que hacía muchos años al poco de casarnos nos planteamos iniciar una nueva vida en la isla continente, consecuencia de que en una visita al pabellón Australiano en la época en que en Barcelona se celebraba una feria de muestras Internacional, feria que tenía mucho renombre y habían muchos países con pabellón propio, entre ellos Australia, estuvimos conversando con algunos de los componentes de la delegación australiana, ya que en esa época buscaban todavía mano de obra cualificada, ofrecían buenas condiciones, cursos de ingles e incluso financiaban creo recordar parte de los costes del viaje, sin embargo y en una época en que los viajes eran carísimos, podía ser un viaje sin retorno en el caso de que no todo fuera lo bién que deseábamos y finalmente desistimos.
Pensé en caso de que hubiera estado viva en estas circunstancias que me hubiera dicho y desde el primer momento tuve claro que me hubiera "obligado" a acompañar a mi hijo.
En un par de días tenía pasaporte, billetes que consiguió mi hijo y como el que no quiere y apenas cuatro días más tarde y de noche, estaba subiendo a un inmenso Boeing 777 con destino en primera instancia a Perth con una escala en Dubai, y desde Perth un vuelo interno hasta Melbourne, teniendo en cuenta que no soy muy amigo de los aviones y que mi vuelo mas largo hasta el momento era un BCN-Munich, yo mismo alucinaba del lío en el que me estaba embarcando.
La verdad es que el vuelo fue fabuloso con un servicio de catering impresionante y la emoción de poder ver los despegues y aterrizajes del avión en directo, a través de unas cámaras sitas en la cola y alas del propio avión que se podían visualizar en las pantallas individuales de cada asiento.
Recordé las carreras de resistencia de 6h, que realizó el gran Mike Hailwood previas a su retorno al TT, y que la moto con las que compitió, una Ducati 750SS, pero ya de carters cuadrados y pintada en color amarillo y azul, busqué y la localicé en una especie de museo llamado Motorcycling Australia en las cercanías de Melbourne, también localicé lo que estaba considerado uno de los mejores museos australianos del automóvil.
A los dos días de llegar me decidí una mañana a hacer de una tacada el museo de vehículos primero y después el de motocicletas.
Para ello me desplacé en uno de los modernos tranvías de la inmensa red de Melbourne que cuenta con casi ''500'' , y que además en la zona central de la ciudad son gratuitos.
Lo que si observé que se veían todo y que parcialmente alguno de los vehículos por lo que me acerqué al edificio y por las rendijas que encontré pude hacer alguna fotografía.
No me lo podía creer, ¡¡ El edificio estaba en alquiler ¡¡, y tenía que ser algo muy reciente ya que todavía quedaban motos clásicas en el interior que medio se podían fotografiar, todo y que de "Mí DUCATI" ni rastro.
Los que me conocen saben que aparte de motos y coches, cualquier cosa con motor de cualquier tipo son apetecibles para mí, y en mi retorno taciturno camino del hotel tuve un golpe de suerte, de pronto observo la entrada de un depósito y taller ferroviario de la empresa Bombardier, en España poder acceder a una empresa privada de tipo ferroviario para hacer fotos del material, es Misión Imposible a potencia N.
Pero como la puerta estaba abierta y había un letrero indicando que los visitantes pasaran por la oficina, entré pensando lo de perdidos al río, tal como había ido el día peor ya no podría ser, con mi macarrónico inglés le comente al responsable que era una aficionado español a los trenes y que si podía fotografiar, para mi sorpresa me indicaron que mientras no superara la línea amarilla del suelo que podía fotografiar lo que quisiera, al menos el día en lo que precisamente no tenía ni pensado ni preparado acabaría a la perfección, y es que ver y fotografiar aquellas locomotoras Australianas algunas de ellas con mas de 40 años a sus espaldas, que las convertían en unas auténticas clásicas en su género no tenía precio.
CIRCUITO DE ALBERT PARK
Finalizamos el día en la cercana orilla del inmenso océano que existía entre nosotros y el continente Ártico, donde vimos una espectacular puesta de sol.
MOSQUITOS VOLADORES y EL SANTO GRIAL
Me había desplazado a ver el museo de la RAAF, fuerzas aéreas australianas para visitar su más que espectacular museo, después de visitarlo al salir vi a lo lejos un par de bicicletas de montaña que se me acercaban a una velocidad más que inusitada, a medida que se aproximaban empecé a oír un zumbido más parecido al de un enjambre de abejas que otra cosa, cuando llegaron finalmente observe que eran unos críos de no más de 14 o 15 años, y que las bicicletas tenían sujeto en el cuadro un pequeño motor de 2T pero que por la velocidad que obtenían tendría un buen rendimiento.
MOTORES DE PISTÓN
Otro de los grandes objetivos era conocer personalmente a una persona que escribía en un foro ferroviario español, y con la que tenía contacto a través del foro y por correo electrónico hacía ya varios años, el personaje en cuestión era con toda seguridad el mayor experto en los ferrocarriles industriales españoles todo y que vivía en Tasmania y solo había estado en España dos veces en su vida, extraño pero cierto.
Lo más inesperado fue el día que nos encontramos, era Cocodrilo Dundee en versión ferroviaria, me tuve que contener cuando nos vimos, porque por dentro me estaba descojonado.
Mi particular Cocodrilo Dundee |
Durante los cuatro días en el que estuvimos juntos visitamos varios museos y nos pasaron las típicas cosas que me suelen pasar y que no difieren mucho del hallazgo de la Ducati de Hailwood.
Salíamos de un museo de aviones y oigo unos motores que claramente eran de pistón, miro al cielo y veo dos aviones de la segunda guerra mundial, se lo comento y me dice ¡¡anda ya¡¡, después mira y se queda alucinado, un Corsair de los utilizados en Portaaviones y el otro posiblemente un Mustang, esto es Australia en estado puro señores.
Al siguiente día nos desplazamos a un museo de tranvías situado cerca de las afueras de Melbourne y volvemos a oír un ruido de pistones, otra vez miramos al cielo, y esta vez era toda una escuadrilla, coincidió que el dia siguiente se celebraba el día de Australia y estaban ensayando la actuación y como medida de seguridad el ensayo se hacía fuera de la urbe por si pasaba algún accidente limitar daños, y claro como no podía ser de otra manera el ensayo lo hicieron sobre nuestras cabezas.
Un ALPINE RENAULT A-110 de FASA en Australia
Yendo por la calle sin rumbo fijo veo en un escaparate un antiguo Alpine Renault A110 en un estado más que impecable, por simple curiosidad me acerco, mientras lo observo me doy cuenta de que el volante está a la izquierda, luego es europeo, como hay un folio en el cristal me acerco y lo leo, llegaron a Australia solo 18 A110 todos con volante a la izquierda, dos de ellos de FASA, parece ser que es un Grupo 4, la verdad es que lo más inaudito parecía ser que era posible en este país.
PHIL ANSLEY Y EL CIRCUITO DE MONTE PANORAMA
Había quedado antes de partir hacía Australia con un famoso fotoperiodista de este país, Phil Ainsley, conocí a Phil hace unos años en una cena en la pizzería la vela, cuando esta estaba regentada por Benjamín Grau, Phil regaló a "Mín" uno de sus libros fotográficos sobre la marca italiana DUCATI, alguno ya descatalogado y por el que en el mercado negro se llegan a pagar auténticas barbaridades.
Mi viaje estaba finalizando y me ofreció la oportunidad de ir a este circuito australiano que además tiene el museo nacional del motor en sus instalaciones, además de que en días de competición se monta una especie de mercado de automóviles, pero claro tratándose de Australia el que pretendiera comprar algo tenía que ir con una chequera de mucho peso.
Aquel día además, se celebraban los entrenos de la 12 Horas de coches GT, el circuito espectacular con una media de velocidad horaria de unos 200Km/h, un sacacorchos que no tiene que envidiar a otros famosos, un desarrollo de unos 7 km y un desnivel que supera los 150 m de altura, una barbaridad y en el que las motos tienen prohibida su participación desde hace años, ya que el número de accidentes y fallecidos empezaba a ser elevado.
¡Menudo viaje!
ResponderEliminarFelicidades por el reportaje.